Hoy ha llegado el momento en que Cristo debe ser entendido.
Pero nos resistimos a esta comprensión del Cristo.
Cristo, como un ser celestial, descendió a la tierra, por lo tanto no habló con el hombre en un lenguaje terrenal, sino en la celestial. Por tanto, debemos hacer un esfuerzo para entenderle. Debemos hacer un esfuerzo por hablar un lenguaje cósmico. Eso significa que no debemos limitar nuestro conocimiento solamente a la tierra, porque la tierra es en realidad una nueva tierra por Cristo. Debemos ampliar nuestro conocimiento hacerlo cósmico. Debemos aprender a entender los elementos. Debemos aprender a entender los movimientos de los planetas. Debemos aprender a entender las constelaciones de estrellas, y su influencia en lo que sucede en la tierra. Luego nos acercaremos a la lengua que hablaba Cristo.
El zodiaco se halla integrado en la forma humana. Los órganos internos, primero se crean en imágenes, a través del proceso respiratorio.
En el proceso de respirar, continuamos inhalando las imágenes de nuestra organización interna. Aquí es donde radica nuestra vida formadora. Estas imágenes que están siendo inhaladas, son llevadas a todo nuestro organismo a través del sistema circulatorio.
El hombre interioriza las fuerzas zodiacales, y se va emancipando cada vez más de los ritmos del cosmos.
Las 7 constelaciones de Aries a Libra se denominan claras, luminosas; las 5 constelaciones de Virgo a Piscis se denominan obscuras.
En cada punto del zodiaco se produce una tensión dramática resultante ente la polarida Sol- Tierra.
En el camino ascendente del Sol, de Sagitario a Capricornio, Acuario, Piscis, Aries y Tauro, encontramos 3 animales que tienen cuernos. Los cuernos son empleados para apartarse de los otros,
aumenta la distancia entre los seres. Cuando el Sol está en ascenso, la distancia entes el Sol y la Tierra aumenta cada día.
En el camino descendente del Sol, hay dos animales con pinzas: Cancer y Escorpión; 1 con garras Leo, las pinzas y garras aproximan los objetos. La distancia del Sol con la tierra es menor.
En el principio.
La antigua etapa Saturnal finalizó su caminata en el signo de Leo, y ahora Saturno es el guardián de la etapa evolutiva calórica.
La antigua etapa Solar finalizó su caminata en el signo de Escorpión, que al inicio de la caminata era un águila, y ahora Júpiter es el guardián de la etapa evolutiva solar, luminosa y aerea.
La antigua etapa Lunar finalizó su caminata en el signo de Acuario, el hombre acuático y ahora Marte es el guardián de la etapa evolutiva lunar, acuosa.
La actual etapa Terrestre, cuarto estado de la evolución planetaria, su primer destello es en la época lemuriana esto sucedió en el signo de Tauro, el toro. La tercera época post-atante egipcia-caldea recapitula en lo esencial, mediante un reflejo espiritual, los procesos de la época lemuriana.
El águila, el león, el toro o la vaca. Son la manifestacón de una maravillosa sabiduría instintiva.
El águila se encarga de lo que el hombre no puede realizar a nivel cósmico con su sistema cefálico; el león realiza lo que el hombre no puede realizar cosmicamente con su sistema rítmico; el toro o la vaca realizan lo que el hombre no puede cumplir cosmicamente con su sistema metabólico.
Este es el sentido de la Universalidad.