"El bienestar de toda una comunidad de personas que en ella trabajan, será tanto mayor cuanto menos cada uno requiera para sí mismo el producto de su trabajo, es decir, cuanto más de este producto él ceda a sus semejantes, y cuanto más sus propias necesidades se satisfagan, no de su propio trabajo, sino del de los demás". Toda estructura dentro de una comunidad de personas que esté en contraste con esta ley, necesariamente producirá, con el tiempo, en alguna parte, miseria e indigencia. Esta ley fundamental rige para la vida social con la misma necesidad y exclusividad que para un determinado campo de fuerzas naturales rige la respectiva ley de la naturaleza. [] Pero no basta con que se reconozca esta ley como una ley general de índole moral, o que ella simplemente se convierta en el sentimiento de que cada uno debiera trabajar al servicio de sus semejantes. En la realidad de la vida, dicha ley rige como debe regir, únicamente si una comunidad humana llega acrear una estructura social en la que jamás nadie puede disponer para sí mismo del fruto de su propio trabajo, sino que en lo posible, el total de este fruto redunde en provecho de la comunidad como un todo. [El Dr. dió su fuerza de trabajo a la construcción de la escuela Waldorf, la agricultura biodinámica, la eurritmia, la arquitectura orgánica, la medicina weleda] Cada uno, a su vez, deberá recibir su sostén por el trabajo de sus semejantes. Lo que importa, pues, reside en que el trabajo para los demás, y el adquirir un determinado ingreso, sean dos cosas distintas, separadas totalmente la una de la otra.
Naturalmente, no basta con que esta ley se comprenda, sino que la realidad práctica comienza con la pregunta: ¿cómo puede realizarse lo que ella expresa? Se entiende que esta ley no dice nada menos que lo siguiente: el bienestar humano es tanto mayor cuanto menos rige el egoísmo. Quiere decir que para traducir esa ley en realidad, es preciso que haya hombres que logren superar el egoísmo, lo que prácticamente no es posible, si la medida de bienestar del individuo se determina por su trabajo. Quien trabaja para sí mismo, necesariamente llegará a recaer en el egoísmo. Sólo podrá convertirse en trabajador sin egoísmo, el que enteramente trabaje para los demás.
Pero para realizarlo, existe una condición previa: cuando uno ha de trabajar para otro, es preciso decirse que en este otro haya un motivo para tal trabajo; y si ha de trabajar para la comunidad, debe tener idea del valor, la naturaleza y la importancia de ella. Esto sólo será posible si la comunidad es algo bien distinto de una cierta suma de individuos. Debe de haber un espíritu que la compenetre y con el cual cada uno se sienta identificado. Esta comunidad tiene que ser de tal índole que cada uno se diga: todo está bien, y yo quiero que así sea. Es preciso que la comunidad tenga una misión espiritual, y que cada uno tenga la voluntad de contribuir a que esta misión se cumpla. Pero semejante misión no puede consistir en ideas progresistas, más o menos abstractas. Lo que hace falta es que el espíritu que rige la comunidad viva en cada individuo.
Consideraciones necesarias para la comprensión:
1. El hombre nace, no como alma indefinida, sino con bien determinadas predisposiciones que cada individuo trae de vidas terrenales anteriores, dotes que por educación y experiencias nuevas le confieren las capacidades —físicas y espirituales— con que cada uno contribuye a cumplir con la misión específica de su pueblo o comunidad. Estas capacidades son sinónimo del valor humano.
2. Ante Dios y la Ley, todos los hombres son iguales, sin perjuicio de sus demás cualidades y facultades individuales, y en esta igualdad ante la Ley y enconsideración de lo puramente humano, hablamos de la dignidad humana.
3. La Tierra, como escenario de la vida, campo de trabajo y evolución de la humanidad, pertenece —originariamente— a todos por igual; y todos por igual están llamados a cooperar (fraternalmente) para crear, sobre la base de lo que la Naturaleza ofrece, los bienes, incluidos los espirituales, para satisfacer las necesidades vitales de todos. Esta misión en común se cumple por el trabajo humano.
La realización de estos nuevos impulsos sociales requiere el fortalecimiento de las fuerzas morales humanas y la superación del materialismo, poniendo en su lugar un genuino cristianismo. Rudolf Steiner señaló que debe desterrarse enteramente el sistema actual de las remuneraciones por el trabajo que el individuo realiza. En la sociedad de nuestros tiempos el trabajo humano sigue teniendo el carácter de una mercancía. El empresario, al calcular el costo de producción de lo que él intenta fabricar, incluye en su cálculo los "gastos personales" representados por sueldos, salarios, jornales, etc., juntamente con otros "gastos", aparte del costo de la materia prima. Quiere decir que, en cuanto al total de los "gastos" no hace diferencia alguna entre lo material y el trabajo humano, y sin tener presente que éste forma parte de la esencia misma, o sea, de lo más sagrado del hombre. A este respecto hay que ver claramente que con el enorme progreso tecnológico, incluso la racionalización yautomatización industrial, si bien condujeron a mejorar las exteriores condiciones de vida del trabajador, no se aminoró, antes bien, se acrecentó el problema social en sí, por el hecho de que la evolución técnica constantemente tiende a prescindir de mano de obra, o sea, de cierta parte de la capacidad de trabajo del hombre.
Una esferas es la vida económica.Comenzaremos con ella, pues es la que evidentemente, alentada por la técnica y el capitalismo y predominando sobre todo lo demás, se ha desarrollado dentro de la sociedad humana. Formando parte del organismo social, esta vida económica tiene que desenvolverse independientemente, como esfera relativamente autónoma, lo mismo que el sistema neurosensorio del organismo humano funciona en forma relativamente autónoma. Esta vida económica abarca todo lo que pertenece a la producción, comercializacióny la consunción de mercancías.
Como segunda esfera del organismo social ha de considerarse la vida del derecho público, que es en realidad, la vida política. A este campo pertenece lo que en sentido del antiguo Estado constitucional podría llamarse la vida pública, o vida política, propiamente dicho. Mientras que la vida económica tiene que ver con todo cuanto el hombre necesita, proveniente de la Naturaleza, o bien de su propia producción, es decir con mercancías, la circulación y el consumo de éstas; hay que tener presente que a esta segunda esfera del organismo social sólo correspondetodo aquello que, basándose en lo puramente humano, se refiere a la relación del hombre con el hombre. Para entender lo característico de las distintas esferas del organismo social, es esencial saber en qué consiste la diferencia entre el sistema del derecho público, al que únicamente corresponde lo que surge de lo humano como relación de hombre a hombre, por un lado y, por el otro, el sistema económico que sólo tiene que ver con la producción, circulación y consunción de mercancías. En la vida misma, con la debida sensibilidad, hay que hacer esta distinción,para que, como fruto de tal sentimiento, se separe la vida económica de la jurídica,al igual que en el organismo natural humano la actividad del pulmón, al respirar el aire exterior, se distingue dé los procesos neurosensoriós. Como tercera esfera que con igual autonomía debe establecerse junto a las otras dos, ha de considerarse el ámbito del organismo social que se refiere a la vida cultural-espiritual. Más exactamente, ya que la denominación "cultura espiritual", o bien todo lo que se refiere a la vida espiritual, no lo dice con absoluta exactitud: todo aquello que se basa en el don natural del individuo humano, quiere decir, lo que debe introducirse en el organismo social en virtud de las aptitudes, tanto de índole espiritual como física, del individuo humano.
El primer sistema, el económico, tiene que ver con todo cuanto debe hacerse para que el hombre pueda orgánicamente establecer su vinculación material con el mundo exterior. El segundo sistema debe abarcar todo lo que tiene que haber en el organismo social en virtud de las relaciones entre hombre y hombre. El tercer sistema abarca todo lo que emana de lo intrínseco de cada individualidad humana y debe incorporarse al organismo social.