Habá llegado el tiempo en que los Reinos de los cielos habrán de acercarse al Yo que vive en el reino exterior, en Malchut.
Cristo da la Iniciación al Yo.
Cristo Jesús inaguró una nueva evolución de la humandad que se fundamenta en la plena conciencia del YO. El Yo es la escencia, el centro de toda la entidad humana.
Las enseñanzasdel Cristo tuvieron un doble efecto: el hombre común al escuchar sus palabras, les daba el sentido de una especie de teoría; en los electos, en cambio, que de acuerdo con su karma habían vivenciado su fuerza, esas enseñanzas suscitaron en el alma imaginaciones y conocimientos que en cierto modo representaban un grado mas de desarrollo hacia los mundos superiores.
....Cristo nos trae las fuerzasdel universo como nutrición espiritual, porque él es la fuerza del Sol. El transmite las fuerzas que el Sol envía desde las siete constelaciones zodiacales del día. Esta es la nutrición para el estado de vigilia. Para el estado nocturno, los discípulos podían decirse:percibimos lo que, por la fuerza del Cristo, el Sol de la noche, invisible, en su orbita através de las otras cinco constelaciones zodiacales, nos hace penetrar en el alma el alimento celeste.
Asi el Padre Nuestro y las Bienaventuranzas son la Iniciación del Yo en Malchut
Podríamos hacer una lectura de la Bienaventurazna y reconocer la nueva verdad otorgada a cada uno de nuestros cuerpos.
YO LO DIGO:
1.-" Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos".
Yo escucho y digo: Es la nueva verdad para mi cuerpo físico
Ha llegado el tiempo en que como hombre encontraré el espíritu en mi propio yo, si busco los reinos del cielo. Al implorar por el espíritu en mi hacia mi Yo fluye el reino de los cielos, por Cristo.
2.- " Bienaventurados los que sufren, porque serán consolados"
Yo escucho y digo: Esta es la nueva verdad para mi cuerpo etéreo; los que sufren recibirán consolación no solamente por la liberación del alma al penetrar en el mundo espiritual, sino que en la nueva relación con el mundo nos dará consolación, porque el Cristo nos ha dado una nueva fuerza en nuestro cuerpo etéreo y , experimentaremos el consuelo por todo el dolor
3.- Bienaventurados los apacibles en si mismos, por la fuerza de su yo; porque ellos recibirán la tierra por herencia.
Yo escucho y digo: Es la nueva verdad para mi cuerpo astral: Por Cristo tengo el poder de refrenar mi cuerpo astral y expulsar la influencia luciférica y ser sosegado y fuerte para refinar el cuerpo astral y alcanzar la meta de la evolución terrestre.
4.- Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
Yo escucho y digo: Esta es la nueva verdad para mi alma sensible: para llegar a vivenciar en si mismo al Cristo, debo transformarme a tal punto que mi alma sensible experimente un ansia parecida al deseo físico natural del hambre y la sed. Tengo que sentir sed de lo anímico de la misma manera como tengo hombre y sed de comida y bebida. Lo que puedo alcanzar por la fuerza de Cristo en mi interior es la sed de justicia en sentido universal. Y la fuerza de Cristo en mi alma sensible me da la posibilidad de apagar en mi mismo la sed de justicia.
5.- Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Yo escucho y digo: Esta es la nueva verdad para mi alma racional: Lo que fluye, ha de refluir;
6 .-Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
Yo escucho y digo: Esta es la nueva verdad para mi alma consiente: el hombre vuelve a elevarse al mundo espiritual. desarrolla la plenitud de su yo, y el hombre vuelve a ascender al mundo espiritual. El Yo, por la cualidad que el confiere a la sangre y al corazón, puede unirse con Dios.
7.- Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Yo escucho y digo: Esta es la nueva verdad para mi Yo espiritual
8.- Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Yo escucho y digo: Esta es la nueva verdad para m Espiritu Vital
9.-Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa.
Yo escucho y digo: Esta es la nueva verdad para el Hombre Espíritu
1. Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulosse le acercaron.
2 Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo:
3 «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reinode los Cielos.
4 Bienaventurados = los mansos =, porque = ellos poseerán en herencia la tierra.
5 Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados.
7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
8 Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
9 Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
10 Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
11 Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa.
12 Alegráos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.
13 «Vosotros sois la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres.
14 «Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte.
15 Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa.
16 Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
17 «No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he enido a abolir, sino a dar cumplimiento.
18 Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que pase una i o una tilde de la Ley sin que todo suceda.
19 Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos.
20 «Porque os digo que, si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos.
21 «Habéis oído que se dijo a los antepasados: = No matarás; = y aquel que mate será reo ante el tribunal.
22 Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano,será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano “imbécil”, será reo ante el Sanedrín; y el que le llame “renegado”, será reo de la gehenna de fuego.
23 Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti,
24 deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda.
25 Ponte enseguida a buenas con tu adversario mientras vas con él po rel camino; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y te metan en la cárcel.
26 Yo te aseguro: no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo.
27 «Habéis oído que se dijo: = No cometerás adulterio.
28 Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón.
29 Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalode ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna.
30 Y si tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtatela y arrójala de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todotu cuerpo vaya a la gehenna.
31 «También se dijo: El que repudie a su mujer, que le dé acta dedivorcio.
32 Pues yo os digo: Todo el que repudia a su mujer, excepto el caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio.
33 «Habéis oído también que se dijo a los antepasados: No perjurarás, sino que cumplirás al Señor tus juramentos.
34 Pues yo digo que no juréis en modo alguno: ni por el Cielo ,porque es el trono de Dios,
35 ni por la Tierra, porque es el escabel de sus pies; ni por Jerusalén , porque es la ciudad del gran rey.
36 Ni tampoco jures por tu cabeza, porque ni a uno solo de tus cabellos puedes hacerlo blanco o negro.
37 Sea vuestro lenguaje: “Sí, sí”; “no, no”: que lo que pasa de aquí viene del Maligno.
38 «Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente.
39 Pues yo os digo: no resistáis al mal; antes bien, al que te abofete en la mejilla derecha ofrécele también la otra:
40 al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale tambiénel manto.
41 y al que te obligue a andar una milla vete con él dos.
42 A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda.
43 «Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.
44 Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan.
45 para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su solsobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos
46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener?¿No hacen eso mismo también los publicanos?
47 Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles?
48 Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padrecelestial.